Hay tantas maneras de vivir esta crisis como personas hay en el mundo.
Hay tantas maneras de vivir esta crisis como personas hay en el mundo.
Por mi historia personal, sé que de todas las crisis se puede aprender y que, aunque transcurrirlas no resulte nunca una tarea fácil, y que incluso puede ser angustiante o dolorosa, les aseguro que, si nos hemos parado en la vereda del aprendizaje, llegará el día que al mirar hacia atrás la capitalizaremos como una verdadera bendición.
Aquí mis aprendizajes al día de hoy:
● Tenemos muy devaluado el poder transformador que puede ejercer en nuestras vidas el simple hecho de dedicarnos a pensar todos los días un ratito.
● Guiarnos por nuestra intuición puede hacer nuestra vida mucho más fácil.
● Las relaciones no cambian por el COVID19: no se vuelve confidente el que no lo era ni te llama el que no te llamaba, ni se vuelve interesante el que no lo era.
● El mundo se divide en dos tipos de personas: las que usan las crisis para ver Netflix y las que usan la crisis para aprender.
● Tenemos la oportunidad de hacer frente a la más clásica de las excusas “no tengo tiempo” y ver que emoción escondemos detrás.
● Si te sentís aliviado porque hay actividades y cursos que no hacés o gente que no ves gracias al COVID19, preguntate si realmente vale la pena volver a retomarlas cuando esto pase.
● Si tenías una lista de pendientes para cuando tuvieras tiempo y ahora que tenés tiempo te das cuenta de que no tenes ganas de hacerlas, tachalas de la lista para siempre.
● Si te cuesta recordar qué hacías antes de la cuarentena, entonces ponete a pensar qué estás haciendo con tu tiempo.
Hasta aquí mis aprendizajes al día de hoy, que seguramente no será los únicos porque, como dice el Curso de Milagros: a este mundo hemos venido a aprender, la cuestión es preguntarnos qué clase de alumnos queremos ser. Yo me pido ser un alumno feliz.
Hasta la próxima semana con una nueva historia de mujeres apasionadas.
Les confiezo algo: desde que me propuse hacer el blog, ahora al escribir en mi cuaderno, también pienso en el blog, es como si mi voz interna supiera que tiene público.
Igual no lo comenten mucho, porfis, no sea que justo ahora que me largué a escribir me internen.!!