Crecí con una mamá habilidosa, que se sentaba a coser lo que fuera en su Singer, conmigo siempre al lado, observando, ayudando y también tocando. Las tardes variaban entre costura, tejido y bordado. La escuela religiosa también hizo lo suyo en las horas de Labores, que nos dictaban las monjas.
Todo este combo hizo que desde los 18 años transitara rodeada de géneros, lanas y cintas, por la confección de ropa, accesorios, tejidos de sweaters , ajuares de bebés, cortinas, diseños de productos, blanquería bordada y, hoy, el estampado y la confección de productos para la casa, principalmente.

Este camino me llevó a lo que hoy me apasiona: el tallado de la imagen, que luego estampo en un género, papel, pared o producto.

Crear es mi esencia bruta, que fui descubriendo y puliendo a fuerza de prueba y error. Hoy la siento propia y con necesidad de alimentarla para que siga creciendo y tenga una técnica limpia y pura.

Observar la naturaleza es uno de los caminos que me inspiran, pero más aún cuando logro conectar con ella, relajar la mente y disfrutar ese momento, cuando la mente se libera y busca sola el camino de la creación.

Siento que todo propósito en la vida, por más pequeño que sea, debo realizarlo con pasión, con esa fuerza de las entrañas, con esa voz interior que te dice: “vos podés”. A veces no sale así, pero también es un propósito hacerlo de esa manera y hay que trabajarlo. Cuando lo lográs, disfrutás y sentís que fuiste exitosa. Eso es el éxito para mí: hacer mi proyecto con pasión, que esté bien logrado y me sienta creadora de mi sueño.

Es en ese momento cuando tu pasión comienza a tomar mayor protagonismo y se convierte en el eje de tu vida. Entonces te preguntás qué querés hacer de ahí en más. Todo el proceso creativo tiene su importancia y hace a un todo. Desde el diseño elegido para tallar, el tallado, las tintas, el color, el género, la disposición del diseño en el género, la confección, la presentación… Todos estos pasos hacen al producto final, tu creación. Observar, probar, investigar, consultar y volver a probar: estos siempre fueron mis aliados en este camino de la creación.

No hay método, salvo tu propio método, que termina siendo en sí mismo, una creación.

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Gracias y nos vemos en la próxima historia. Beso enorme! Marina