¿Qué nos impide salir de nuestro estancamiento y llevar nuestro trabajo al próximo nivel?
¿Qué nos impide salir de nuestro estancamiento y llevar nuestro trabajo al próximo nivel?
Hoy, por fin, tomé la decisión de terminar los dos últimos módulos de la mentoría que empecé en noviembre con la genia de Nayla Norryh. Y, como con todas esas cosas que sabemos que van a implicar un trabajo personal, un poco más profundo, venía postergando esa tarea con la más clásica de las excusas: “no tengo tiempo”. Así que finalmente tomé coraje y abrí la compu. Tenía que iniciar el módulo 6 de 7 y, por alguna razón, me dije: no, mejor escucho de nuevo el último video del 5, para hacer las cosas como se deben. Esta vez, mi parte virginiana T.O.C. me jugó una buena pasada, porque a los 3 minutos del video decía que no se puede iniciar el módulo 6, que es el plan de marketing, sin tener bien claro el plan de contenido, que es el módulo 5. Y, como no podría ser de otra manera, yo lo había dejado por la mitad porque implicaba llenar unos cuadritos de Excel con info muy concreta del contenido para redes y blog. Uh, fiaca. Pero las fuerzas del ahora o nunca ya me habían atrapado, así que me dejé arrastrar y lo empecé.
Abrí el Excel e hice exactamente lo que cada cuadrito me pedía; primero leí los ejemplos y luego fui reemplazándolos por ideas y fotos concretas de mi marca. Leí el paso 1 y lo completé, pasé al 2 e hice lo mismo, también con el 3, y así sucesivamente. Seguí la consigna al pie de la letra. No intenté cambiarla ni mejorarla sobre la marcha. Me banqué el proceso y lo completé como una duquesa.
¿Era así de fácil? ¿De veras venía postergando esta tarea que me permitiría llevar mi emprendimiento al próximo nivel cuando lo único que tenía que hacer era, por una vez en la vida, hacer caso de lo que se me pedía que hiciera? No era la primera vez que alguien me decía: “por una vez en la vida, hacé lo que te dicen”, pero sin dudas era la primera vez que me lo decía yo.
Como diría Albert Einstein: “Hay dos formas de ver la vida: una es creer que no existen los milagros, la otra es creer que todo es un milagro”.
El entender que a veces hay consignas que vale la pena seguir sin reinterpretarlas ni mejorarlas o verles la falla, sin siquiera ponerme a pensar como las hubiera planteado yo, me dio una paz tan reveladora como milagrosa, por la que solo puedo dar las gracias.
Les dejo el Link a la web de Nayla , que tiene un contenido mega valioso, sobre muchos temas vitales para cualquier emprendedora y para la vida ! Web de Nayla Norryh
Nos vemos la semana que viene ! Gracias por leerme !
(..)En mi caso, cuando renuncie a mi vida de agente de viajes tampoco tenía la menor idea de qué hacer ni como encausar mi necesidad creativa, más bien era una bola de ansiedad y nervios, un segundo feliz y al otro aterrada, pero en esa montaña rusa emocional...